Hay muchas aplicaciones web que puedes usar para mejorar tu productividad, tanto en el ámbito personal como profesional. Estas herramientas te ayudan a organizar: tiempo, tareas, información y comunicación de forma eficiente y efectiva. Algunos ejemplos de aplicaciones web para mejorar tu productividad son:
Asana
Es una herramienta de gestión de proyectos y tareas que te permite crear, asignar y seguir el progreso de tus actividades y las de tu equipo. Con Asana, puedes establecer objetivos, prioridades, plazos y responsables de cada tarea. También puedes integrar Asana con otras aplicaciones como Google drive, Slack o Dropbox.
Google Drive
Se trata de una plataforma de almacenamiento en la nube que permite guardar, compartir y editar archivos online. Con Google Drive, puedes acceder a tus documentos desde cualquier dispositivo y colaborar con otras personas en tiempo real.
OneNote
Esta herramienta de toma de notas permite capturar, organizar y acceder a tu información desde cualquier lugar. Con OneNote, puedes crear blocs de notas digitales con diferentes secciones y páginas, donde puedes escribir, dibujar, insertar imágenes, audios o videos.
Tomighty
Esta aplicación web basada en la técnica Pomodoro, divide tu trabajo en periodos de tiempo fijos de 25 minutos, separados por breves descansos de 5 minutos. Con Tomighty, puedes controlar el tiempo que dedicas a cada tarea y mejorar tu rendimiento.
Buffer
Esta solución online programa y gestiona tus publicaciones en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn. Con Buffer, puedes elegir el mejor momento para publicar tu contenido, analizar el alcance y la interacción de tus posts y de esta forma optimizar tu estrategia de social media.
Recomendaciones para usar aplicaciones web para mejorar tu productividad
Seguidamente compartimos un conjunto de recomendaciones, consejos e ideas para hacer un uso efectivo de las aplicaciones web para ayudar a mejorar tu productividad:
Identifica tus objetivos y prioridades. Antes de usar cualquier herramienta, debes tener claro qué quieres lograr y qué tareas son más importantes para ti. Así podrás enfocarte en lo que realmente aporta valor y de esta forma evitar distracciones o pérdidas de tiempo.
Selecciona las herramientas de productividad que se adapten a tus necesidades. Debes elegir las aplicaciones web que te ayuden a organizar: tiempo, tareas, comunicación e información de la forma que más te convenga.
Aprende a usar las herramientas correctamente. Una vez que hayas seleccionado las herramientas que vas a usar, debes familiarizarte con su funcionamiento y características. Puedes leer tutoriales, ver videos o consultar las preguntas frecuentes de cada herramienta para aprender a sacarles el máximo provecho.
Integra las herramientas en tu rutina diaria. Para que las aplicaciones web te ayuden a mejorar tu productividad, debes usarlas de forma regular y consistente. Puedes establecer un horario, una agenda o un plan de acción para incorporar las herramientas en tu día a día. También puedes sincronizar las aplicaciones entre sí o con otros dispositivos para tener una visión global de tu trabajo.
Finalmente, debes medir el impacto que tienen las aplicaciones web en tu productividad y en la calidad de tu trabajo. Puedes usar indicadores como: tiempo invertido, número de tareas completadas y nivel de satisfacción. Si ves que alguna herramienta o aplicación web no funciona o genera problemas, puedes cambiarla por otra o buscar una solución alternativa.
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