La palabra «gamification«, si bien existe hace mucho, se puso en boga hace un par de años con el lanzamiento de Foursquare, y después del lógico período de hype en el cual aparentemente todo tenía que ser convertido en un juego, es fácil olvidar que esta «técnica» tiene muchos beneficios para los negocios, particularmente aquellos que son online.
¿Nunca escuchaste hablar del «gamification«? Como la palabra en inglés sugiere, se trata de aplicar a las actividades de tu producto elementos similares a los que hay en juegos o videojuegos, como retos, desafíos o puntajes, y recompensas como insignias, subir de nivel u otorgar puntos que se traduzcan en premios.
De esta forma, las marcas pueden enganchar más a sus usuarios a través de elementos divertidos, que refuercen conductas deseadas (por ejemplo: puntos por compartir el sitio en redes sociales) y aumentar la tasa de interacción y retención.
Que quede claro: esto no se trata de convertir tu producto o servicio en un videojuego (¡salvo que ese sea tu producto!), sino de premiar e incentivar las acciones de los usuarios que más se alineen con tus objetivos.
En el ejemplo de dar puntos por compartir un sitio en redes sociales, el objetivo de fondo es incrementar la visibilidad de tu página. Otras acciones deseables pueden ser realizar compras, escribir reseñas, ver eventos en vivo, participar de encuestas, etc.
Asimismo, cuando el usuario puede ir construyendo un perfil a través de puntos e insignias, estamos incentivando su lealtad hacia la marca, algo que es por demás importante: de acuerdo a ciertas estadísticas, las compañías que ofrecen programas de recompensas (habitualmente en formas de tarjetas de puntos) ven un incremento de hasta el 46% en las compras de los usuarios.
Y como si fuese poco, implementar el gamification te da una capa más de datos de usuario para poder recolectar y analizar. Al tener usuarios más comprometidos, el estudio de sus comportamientos puede brindar información valiosísima para tu plan de marketing o incluso para un rediseño de tu sitio web.
Así que ya no hay más excusas. ¡A gamificar se ha dicho!