En nuestro mundo digital actual contar un con excelente sitio web, aunque 100% necesario, no es suficiente para conectar con nuestros clientes –reales o potenciales. Las redes sociales llegaron hace mucho para cubrir ese vacío entre nosotros y ellos, y es importante que les prestemos la debida atención.
Entre todas las que podemos usar, una se destaca en lo que es conversación y atención al cliente: Twitter. El desafío, sin embargo, no es solamente cómo lograr tener una comunidad grande, sino cómo tener una comunidad comprometida, que interactúe, que realmente charle con nosotros y no nos deje monologando.
En otras palabras: necesitamos un buen nivel de engagement con nuestros usuarios. Calidad por sobre cantidad.
¿Y cómo lograrlo?
Encontrar tu propia voz y armar una comunidad de gente para quienes lo que tengas que ofrecer sea relevante es lo primero y principal. Pero una vez que los tenemos, hay algunas tácticas que podemos emplear para mantenerlos interesados.
Algo que siempre alenté en las personas con las que trabajo es a que no solo respondan a sus usuarios (¡básico!) sino que también les respondan a ellos. Leer los mensajes de un puñado de nuestros seguidores, detectar posibilidades de interacción (relevantes, por favor, relevantes), y responderles. Al fin y al cabo, somos humanos usando estas redes, ¿no?
Hace un tiempo aplaudí esta interacción que una empresa de música tuvo conmigo, de forma totalmente proactiva:
Compartir o hacer retweet de los mensajes de nuestros seguidores también es una excelente forma de alentarlos a que interactúen con nosotros. Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta ser reconocido?
Sin embargo, permítanme un consejo a nivel criterio: está buenísimo compartir contenido generado por nuestros seguidores en tanto sea interesante. Pero hay que evitar convertirse en una máquina de compartir halagos o flores que nos tiren. Solo nos hará ver como egocéntricos.
Los hashtags todavía son nuestros amigos, por más que se haya hecho uso y abuso de ellos durante años. Una forma creativa de usarlos es crear una frase o lema corto, que nos identifique, pero que no sea excesivamente brandeado. Me imagino, para una marca de zapatos, usar #CaminoConEstilo para relatar situaciones de la vida cotidiana en la que salieron bien parados, pero no #CaminoConMisZapatosMarcaXXX. El primero puede convertirse en un código compartido de la comunidad, mientras que el segundo se siente como una publicidad forzada y desalentará a muchos seguidores al momento de usarlo.
Mantener una relación fluida con nuestros seguidores es muy importante a la hora de pensar una estrategia de marketing online. Espero que estas líneas los inspiren a relacionarse más de cerca con sus comunidades. ¡Y a tuitear se ha dicho!